En el día a día, los equipos multidisciplinares (EMD), que trabajan dentro de sus especialidades individuales para atender a los bebés prematuros, están familiarizados con el trabajo en equipo. Sin embargo, en los últimos años, cuando los beneficios de la optimización perinatal han pasado a un primer plano, se ha hecho hincapié en la necesidad de que el equipo neonatal colabore y participe activamente con los equipos de obstetricia y maternidad.

En el Reino Unido, la Asociación Británica de Medicina Perinatal (BAPM, por sus siglas en inglés) desarrolla marcos para la práctica y uno de sus recursos de calidad más recientes describe la «ruta de atención para la optimización perinatal» (figura 1). La BAPM ha reconocido que para aplicar con éxito esta ruta debe existir una «una cultura de trabajo en equipo sólida, hábitos de comunicación de alta calidad y una búsqueda de objetivos comunes dentro de los equipos perinatales» [4] y que las intervenciones descritas en la ruta de optimización perinatal «se lleven a cabo en un contexto de calidad favorable en el que la estructura y los procesos apoyen un entorno óptimo para ofrecer una mejora de la calidad» [4].   

Cuando los equipos perinatales trabajan bien juntos, pueden ofrecer una serie de intervenciones a lo largo del periodo prenatal, intraparto y neonatal para mejorar los resultados de los prematuros. Algunas intervenciones clave como los esteroides prenatales y el sulfato de magnesio, el retraso del pinzamiento del cordón umbilical y asegurarse de que el bebé tome leche materna pronto son solo algunas de las formas en que un equipo perinatal puede colaborar para dar a un niño prematuro y a su familia las mejores posibilidades de un buen resultado. En situaciones como la reanimación neonatal, en la que la necesidad de ayudar a respirar al bebé puede ser a menudo imprevista, es esencial un trabajo en equipo eficaz, ya que es necesario coordinar muchas tareas durante este acontecimiento [3]. Las directrices que rigen la reanimación neonatal en todo el mundo, como el Programa de Reanimación Neonatal (NRP) regulado por la Academia Americana de Pediatría [5] y el curso de Soporte Vital Neonatal (NLS) regulado por el Consejo de Reanimación del Reino Unido [6], han hecho cada vez más hincapié en la importancia del trabajo en equipo, reconocen que el trabajo en equipo influye en la eficacia de la reanimación neonatal y demuestran que el estado de un bebé tras la reanimación es más positivo cuando el equipo perinatal demuestra colaboración y un buen trabajo en equipo [7].